Exígete mucho a ti mismo y espera poco de los demás. Así te
ahorraras disgustos.
(Confucio)
Alguien dijo:
El exigirnos a nosotros mismos nos hará mejores personas y
el que esperemos cosas de los demás siempre suele ser frustrante, porque solemos
hacernos ideas equivocadas de cómo nos trataran los más cercanos...demos sin
esperar nada a cambio.
Pero yo pienso que a todos nos han decepcionado alguna vez,
y nosotros también habremos decepcionado alguna vez a algún amigo, eso es
inevitable.
Cuando suframos una decepción o una derrota demos tiempo al
corazón y a la mente para aceptarla y aprender de ella, y pasado un tiempo,
volvamos a intentarlo, no abandonemos, sigamos intentando dar lo mejor de
nosotros mismos a aquellos que creamos que son merecedores, esperando siempre
que nuestro dar y compartir motive a otros a hacer lo mismo, pues nos
estaríamos engañando si creemos que podemos vencer ese deseo natural con el que
todos hemos nacido, de que nos den respeto a cambio de respeto, sacrificio a
cambio de sacrificio, amistad a cambio de amistad, empatía a cambio de empatía,
comprensión a cambio de comprensión, cariño a cambio de cariño, amor a cambio
de amor.
En nuestro interior siempre esperamos una respuesta
favorable a lo que hacemos por otros, es una necesidad con la que hemos sido
creados, y que hasta Jesucristo tenía, como demostró en el caso de los leprosos
a los que curó. El esperaba y deseaba que todos hubieran venido a agradecérselo
y que a partir de entonces actuaran con la misma bondad con la que él los había
tratado, el esperaba que su ejemplo y sacrificios motivaran a otros a hacer lo
mismo. Así que cuanto más nosotros que somos imperfectos y con muchísimas más
carencias emocionales necesitamos lo mismo.
Samuel G.M.
No hay comentarios:
Publicar un comentario