lunes, 1 de octubre de 2012

VIVIR LA VERDAD



REFLEXIÓN SOBRE LA VERDAD                                                                                           

Vivimos en un entorno bastante mejorable, por el hecho entre otros de que casi todo el mundo vive al límite de sus posibilidades.
Si gano 1000 euros vivo al nivel de vida que me permiten esos 1000 euros, si gano 2000 pues igual, tengo un mejor coche que el que gana 1000, y me permito más caprichos, pero al final tanto el que gana poco como el que gana mucho vive al límite de sus posibilidades.
¿No sería más ventajoso bajar nuestro nivel de vida, y conformarnos solo con lo realmente necesario, y el dinero y el tiempo sobrante emplearlos en los intereses del reino y en ayudar a los demás? Es lo que la biblia nos manda a hacer, que el sobrante de unos sirva para paliar la carencia de otros, y así se produzca una igualación.
Pero ¿como aquellos que ganan más van a poder alguna vez ayudar a otros, si al final de mes siempre se lo han gastado todo en ellos mismos? Y algunos que ahorran y ahorran normalmente lo hacen también para ellos mismos, para sentirse más seguro con dinero en el banco, por miedo a algún día quedarse sin trabajo etc.  y por eso nunca se desprenden de sus bienes para ayudar a otros. Pero entonces no estamos confiando en Jehová, en que el nos dará lo necesario para cada día. Estamos acumulando en graneros, confiando solo en nuestra capacidad de asegurarnos nuestra supervivencia.

LUCAS 12: 16- 21: 16 Con eso les habló una ilustración, y dijo: “El terreno de cierto hombre rico produjo bien. 17 Por consiguiente, él razonaba dentro de sí, diciendo: ‘¿Qué haré, ya que no tengo dónde recoger mis cosechas?’. 18 De modo que dijo: ‘Haré esto: demoleré mis graneros y edificaré otros mayores, y allí recogeré todo mi grano y todas mis cosas buenas; 19                                 
y diré a mi alma: “Alma, tienes muchas cosas buenas almacenadas para muchos años; pásalo tranquila, come, bebe, goza”’. 20 Pero Dios le dijo: ‘Irrazonable, esta noche exigen de ti tu alma. Entonces, ¿quién ha de tener las cosas que almacenaste?’. 21 Así pasa con el hombre que atesora para sí, pero no es rico para con Dios”



Quizás el error esté en que casi todos pensamos que lo que ganamos es debido a que nos esforzamos mucho y hemos estudiado mucho, vamos ¡que nos lo merecemos!, y no pensamos que es producto de la bendición de Dios. Nunca pensamos que si ganamos mucho es porque Jehová nos está bendiciendo para usarnos para ayudar con nuestro sobrante a otros más necesitados, nunca pensamos que Jehová nos está usando para que se produzca una igualación.

 2 CORINTIOS 8:13-15, 13 Porque no es mi intención que les sea fácil a otros, pero difícil a ustedes; 14 sino que, mediante una igualación, el sobrante de ustedes precisamente ahora compense lo que les falta a ellos, para que el sobrante de ellos también llegue a compensar lo que les falte a ustedes, para que se efectúe una igualación. 15 Así como está escrito: “La persona que tenía mucho no tuvo demasiado, y a la persona que tenía poco no le faltó”

El ejemplo de la viuda es impactante, echó en las contribuciones todo el medio de vivir que tenia, confiando en que Jehová le proporcionaría al siguiente día lo necesario para comer y vivir. No se ponía a ahorrar por si algún día no tenia que comer echar mano de los ahorros ¿verdad? vivía con un ojo sencillo, ropa, un techo, y comida para ese día, y lo demás lo entregaba a Jehová porque entendía que lo había recibido de él.
Tampoco se puso Jesús a ahorrar dinero durante todo el tiempo que estuvo trabajando con su padre ¿Verdad?, nunca atesoro nada para sí. Empezó su ministerio de tres años y medio sin nada, confiando plenamente en que Jehová la proporcionaría lo necesario para cada día.

 MATEO 8:20, Pero Jesús le dijo: “Las zorras tienen cuevas, y las aves del cielo tienen donde posarse, pero el Hijo del hombre no tiene dónde recostar la cabeza”

¿Cómo estaremos dispuestos a entregar la vida por nuestros hermanos, si ni siquiera tenemos el amor suficiente para preguntarles e interesarnos por su situación económica, si incluso evitamos hablar del tema para no vernos expuestos al inevitable compromiso moral?
Tampoco podríamos excusarnos en que Jehová es el encargado de proveer lo necesario para el sustento de todo los hermanos, que nosotros no somos responsables.

Génesis 4:9: Más tarde Jehová dijo a Caín: “¿Dónde está Abel tu hermano?”, y él dijo: “No sé. ¿Soy yo el guardián de mi hermano?”.

Si alguien actúa así jamás se dejarán usar por Jehová, no se dan cuenta de que aunque es cierto que no nos necesita para eso, nos da el privilegio de ser usados por él para que su voluntad se cumpla respecto a otro hermano.
Hay muchas experiencias al respecto que demuestran que Jehová al que generosamente da lo que tiene por los demás, el vuelve a darle más para sus necesidades y para que pueda volver a ayudar a otros.
Una experiencia:
Un hermano se intereso en otro que estaba pasando necesidad, y viendo que podía ayudarlo le dio todo lo que tenía, 2500 euros que tenía en el banco para pagar la hipoteca y otras deudas, y se quedo sin nada, y además estando en paro desde hace más de un año, pero entendió  que Jehová había hecho que ese hermano llegara a él, porque sabía que podría ayudarlo, y no porque fuera el que económicamente tuviera más recursos, si no porque era el de mayor disposición. El hermano que lo ayudó, podría haber pensado que había otros con mayores bienes y recursos que él, o que quizás se estaba aprovechando, o que ese dinero le hacía más falta a él etc. pero decidió dárselo todo ya que entendió que el tenia una necesidad más urgente que la suya, y confió en que Jehová le proveería lo necesario más adelante.

Y así sucedió, a la semana siguiente lo llamaron para trabajar después de estar meses en situación de desempleo, algo que demuestra que si confiamos en Jehová nunca nos fallará, y nunca nos faltará lo necesario.
MALAQUÍAS 3:10 : Traigan todas las décimas partes al almacén, para que llegue a haber alimento en mi casa; y pruébenme, por favor, en cuanto a esto —ha dicho Jehová de los ejércitos—, a ver si no les abro las compuertas de los cielos y realmente vacío sobre ustedes una bendición hasta que no haya más carencia.”

También quizás haya quienes ahorren dinero solo para emplearlo en vivir nuevas experiencias, conociendo gente de otros países y viendo lugares exóticos, algo que podría ser lícito, pero si quieren tener nuevas e inolvidables experiencias, quizás sería más ventajoso si probaran el gozo que se siente al coger ese dinero y emplearlo en ayudar a los más desfavorecidos de ese país que visita, donde seguramente no tengan ni para cubrir sus necesidades básicas.
Y si quieren conocer gente de otros lugares, no hace falta ir tan lejos, bastaría con que se pararan a hablar con algunos de tantos emigrantes que encontramos por las calles, e interesarse en conocer sus vidas, en saber cómo llegaron a esa situación, ofrecerles una esperanza y también ayuda.

¿Que sería tener un ojo sencillo?
Entre otras cosas sería vivir con lo necesario para  subsistir, ropa, comida, un lugar donde dormir, y buscar un trabajo que nos permita cubrir nuestras necesidades básicas, para así de esta manera tener el mayor tiempo posible para emplearlo en los intereses del reino.

 1 Timoteo 6:7,8: Porque nada hemos traído al mundo, y tampoco podemos llevarnos cosa alguna. 8 Teniendo, pues, sustento y con qué cubrirnos, estaremos contentos con estas cosas.

Todos podríamos conformarnos con un coche más económico, para así poder  emplear el tiempo o el dinero que nos ahorraremos trabajando para pagar ese coche, en los intereses del reino y en ayudar a los demás, más bien que comprarnos un coche mucho más caro con la excusa de que así estaremos más seguros, que nos durará hasta después del milenio y cosas así.(Esto también es aplicable a otros bienes y posesiones materiales innecesarias)
¿Incluso quién de nosotros no podría comprarse una caravana o auto caravana trabajando 2 o 3 años y vivir dignamente en ella y no tener que estar toda la vida trabajando todos los días muchísimas horas para pagar una hipoteca de 30 años o más?
Hay muchas posibilidades, y siendo honrados, si simplificáramos más podríamos así dedicarnos más a asuntos espirituales y al prójimo, y no esperar a la jubilación por ejemplo para dedicar algo más a Jehová, después de haber vivido una vida llena de comodidades, habiendo sacrificado apenas las sobras de nuestros bienes, tiempo y recursos por la verdad y por otros. 
¿Quién nos obliga a tener nuestra propia casa y esclavizarnos de por vida para mantenerla y pagar una hipoteca cuando podríamos vivir con un alquiler económico, o seguir viviendo en casa de nuestros padres, y así entre todos pagar los gastos y poder dedicar más tiempo y recursos a los intereses del reino?
Antiguamente era así, y en los países más pobres es así, toda la familia vive durante toda su vida en la misma casa, e incluso si algún miembro de la familia se casa, a lo máximo a lo que pueden optar la mayoría de las veces es a tener una habitación para ellos dos solos. Y sin embargo consiguen ser felices. Pero todos nos dejamos entrampar por la idea de que la felicidad consiste en tener nuestra propia casa y ser independientes, para que nadie nos diga lo que tenemos que hacer, y buscando esa aparente comodidad y libertad que nos dará esa independencia nos acarreamos multitud de problemas económicos y deudas innecesarias que nos esclavizan para toda la vida. Incluso la sociedad en la que vivimos nos ha convencido que necesitamos y merecemos una casa para nosotros solos, que es una necesidad básica y necesaria para ser feliz, nada más lejos de la realidad. Independizarnos y casarnos es algo lícito, pero tenemos que valorar si nos hará estar más cerca de nuestro Padre, o en cambio nos ahogaremos espiritualmente por los problemas y presiones que ello conllevará. Estamos en los últimos días, y debemos comprarnos todo el tiempo oportuno, porque los días son inicuos.
 (EFESIOS 5:15,16 15 Así es que vigilen cuidadosamente que su manera de andar no sea como imprudentes, sino como sabios, 16 comprándose todo el tiempo oportuno que queda, porque los días son inicuos.)
(1 corintios 7:29: Además, esto digo, hermanos: el tiempo que queda está reducido. En adelante, los que tienen esposas sean como si no tuvieran, 30 y también los que lloran sean como los que no lloran, y los que se regocijan, como los que no se regocijan, y los que compran, como los que no poseen, 31 y los que hacen uso del mundo, como los que no lo usan a plenitud; porque la escena de este mundo está cambiando.)
Todo esto es para hacernos reflexionar de forma individual, para que nos hagamos un autoexamen, para que sigamos esforzándonos porque nuestra forma de vivir se parezca lo más posible a la que Cristo llevó, para que cada día hablemos con una mayor franqueza de expresión, tanto a la hora de dar un consejo privado como a un auditorio, para que nuestras palabras tengan peso al estar respaldadas con nuestro ejemplo, y motiven a actuar a otros. Hagámonos ejemplo de otros e intentemos de esa forma hacer reflexionar.
Así que  antes de criticar o decir que un hermano podría, tendría, o debería  hacer más por la verdad, etc.  antes de juzgarlo, meditemos en cuantas cosas podría  a nosotros también exigirnos Jehová que hiciéramos que quizás por imperfección o debilidad no hacemos, y cuantas cosas altruistamente podríamos nosotros sacrificar por los hermanos y la verdad que por las mismas razones quizás tampoco hacemos. Demostremos a otros con nuestro ejemplo y con nuestra forma de vivir que realmente creemos y nos esforzamos de toda alma en imitar a nuestro gran maestro.

Samuel García Martín

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