lunes, 1 de octubre de 2012

ESTE SISTEMA SE ACABA


No es tiempo de hipotecar nuestra vida a treinta o cuarenta años, de intentar hacer nuestra vida en este sistema lo más cómoda y placentera posible mediante buscar un trabajo de jornada completa que nos permita tener dinero a fin de mes para todos nuestros caprichos, asegurándonos así de paso una buena paga de jubilación, pero que apenas nos deje tiempo para metas espirituales,  ni es tiempo de agotar todo nuestro tiempo en tener una gran familia, ni de buscar intentar asegurarnos nuestro porvenir dedicando la mayor parte de nuestro tiempo a estudios que nos hagan tener una mayor seguridad de un empleo fijo y bien remunerado en el futuro, es tiempo de simplificar y tener un ojo sencillo, y de confiar en que Jehová nos dará lo suficiente para cada día, si ponemos los intereses del reino en primer lugar ahora, y no dentro de x años cuando nuestros proyectos familiares, o de estabilidad económica, o de realización personal se hayan cumplido, porque seguramente no dará tiempo a que se cumplan, usemos los dones que nos han sido concedidos de forma que le saquemos el máximo provecho al servicio de la verdad, y no al servicio de nosotros mismos.



Recuerdo la última experiencia que escuche en una asamblea, la contó el superintendente de distrito, y la contó para mostrar lo q significa confiar en Jehová, y lo que Jehová espera de nosotros, como el nos pide que lo probemos, para que veamos cómo nos abre las compuertas de los cielos y derrama sobre nosotros una bendición, hasta que no haya más carencia. El contó que trabajaba en un concesionario de coches de mecánico, trabajaba 8 horas, en turno partido, estaba fijo hacia ya algunos años, y llegado un momento decidió que la vida que llevaba no le permitía ponerse metas espirituales, que así poco podría dejarse usar por Jehová, así que un día se reunió con su jefe, y le dijo que le gustaría reducir su jornada a 4 horas, que tenias proyectos importantes en su vida que realizar, y que era innegociable, que se lo pensara y le diera una respuesta, y le dio un plazo de dos meses para que le contestara, pero que de ser la respuesta negativa, la decisión estaba tomada, dejaría el trabajo y buscaría otro de media jornada.

Si te fijas, él primero hizo cuentas y se dio cuenta valga la redundancia, que simplificando y privándose de muchas comodidades podría vivir humildemente con 4 horas de trabajo al día, y lo demás dedicarlo a asuntos espirituales, así que tuvo la suficiente fe y confianza como para tomar una decisión, y esta decisión no dependía de si el jefe le concedía trabajar solo de media jornada o no, el sabia que esa era la manera correcta de actuar y la única que demostraría tener confianza en Jehová, aun a riesgo q lo despidieran y quedarse en la calle. El tenia claro lo que iba a hacer con su vida, y tenía plena confianza en que aun si el jefe lo despedía, Jehová le proporcionaría lo necesario para vivir. Así que al poco tiempo, el jefe le contesto, y le dijo que no podía darle la media jornada, que llegada la fecha en la que él tenía pensado dejar la empresa la dejara, que mientras el iría buscando a otro que quisiera trabajar la jornada completa para sustituirlo. Así que el hermano que ahora es superintendente de distrito, siguió trabajando hasta que llego el día que había fijado para marcharse. Cuando termino su jornada de trabajo, el jefe lo hizo llamar a su oficina. El suponía que era para que firmara los papeles del despido y demás, pero para su sorpresa, el jefe le dijo que accedía a su petición, y que le concedería la media jornada. Por lo visto su jefe no pudo encontrar a otro mecánico que lo sustituyera.

Es así como actúa Jehová, cuando estamos dispuestos a arriesgar nuestra supuesta estabilidad económica o nuestro supuesto trabajo fijo y bien remunerado por los motivos que él dice que tendríamos que hacerlo, y ponemos nuestro futuro en sus manos, entonces es cuando el actúa y nos da una respuesta favorable. El hermano podría haber dicho: voy a pedirle a mi jefe que si me puede reducir la jornada laboral, pero que si no puede que no pasa nada, que sigo como estoy. Eso no sería confiar en Jehová, eso sería confiar solo en que nosotros mismos, y tener miedo a morirnos de hambre si perdemos ese trabajo que tan seguro nos parece y tan vital para nuestra supervivencia.

Así que él lo dejo claro, confiar en Jehová no es decir, voy a echar currículos por ahí, y si me sale un trabajo que gane lo suficiente y tenga que echar menos horas, dejo el que tengo, sino dejar el trabajo que tenemos teniendo la plena confianza y seguridad que Jehová nos proporcionara otro que nos siga permitiendo realizar la meta espiritual que hayamos emprendido.

Algunos hermanos se prejubilan, para aprovechar mas años de vitalidad en el servicio a Jehová, en vez de optar por asegurarse más dinero con una mejor jubilación, trabajando muchos años más, y vivir así más cómodamente.( Esto también seria confiar en Jehová y ponerlo en primer lugar )

En cuanto a los estudios superiores, las últimas informaciones hablan de dedicar solo el tiempo necesario a estudiar en algo que nos permita tener un trabajo que cubra nuestras necesidades básicas, y que nos deje el mayor tiempo posible para Jehová. Nos anima a no confiar como hace este mundo solo en nuestra capacidad de asegurarnos nuestro futuro mediante una buena carrera etc. y dedicar muchos años de nuestra juventud a ello.

Según las informaciones, si podemos optar por unos estudios menores que nos permitan encontrar un trabajo que pueda mantenernos sería lo ideal, y así poder emprender metas espirituales lo antes posible.

En el caso de que emprendiéramos estudios superiores no en un intento de asegurarnos nuestro porvenir solo por nuestros propios medios, ni por miedo a no tener para sobrevivir en el futuro, ni por el deseo de tener así una vida cómoda y bien remunerada, y lo hiciéramos con el deseo correcto de servir a Jehová con lo mejor que tenemos, y de trabajar menos horas, ya seria elección de cada uno, y sus motivos quedarían entre él y Jehová, el seria quien lo juzgaría.

Así que concluyendo este tema, aunque algo muy importante es los motivos por los que uno opte realizar estudios superiores, lo que el esclavo nos anima a hacer, es que busquemos aprender un oficio o estudiar algo en lo que no tengamos que invertir tantos años de nuestra juventud que en otro caso podríamos dedicar a metas espirituales.


Samuel G.M.

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