Si
has dado lo mejor de ti, y lo has hecho con todo el corazón, y sabes que esa
persona nunca se entregó por completo, ni te quiso de verdad, olvídate de la imagen
distorsionada que tiene y ha querido crear de ti, y de la idea que ha intentado que hagas propia, quizás la de
que tu eres la persona mala, la que ha cambiado, la que no da la taya, la que
no ama, la que no ha dado lo suficiente, la que no ha estado a la altura de sus
necesidades etc.
Ella
es solo una persona entre millones, con su imperfección y carencias emocionales
y mentales propias, que dicta un juicio individual sobre ti, bajo su punto de
vista, que puede no ser imparcial, quizás para resguardar su imagen, desechar
la culpa y aparentar ser mejor de lo que es.
Es
su verdad, pero no por ello la realidad. La realidad es que toda persona tiene
dones y defectos, y puede toparse con alguien que la valore y la quiera de una
forma única, y que a alguien por ahí le interesara irremediablemente lo que tú
eres y haces, sin exigirte demasiado, ni necesitar demasiado para quererte, sin
querer cambiar aquello que te hace diferente al resto.
Tú
sigue tu camino, y olvida ese encuentro, quédate con lo aprendido, pero jamás
lo tomes como referencia para medirte o valorarte.
Samuel G.M.
No hay comentarios:
Publicar un comentario